En los últimos días se hizo público que el 27 de enero pasado se produjo un escape de gas de la planta situada en el Polo. Al parecer un operario habría padecido lesiones que la empresa oculta.
Por Andres Linares
La tarde del 27 de enero pasado pudo no haber pasado desapercibida como una más. Cerca de las 15.30 horas se registró un incidente en la planta que la Compañía Mega tiene instalada en el sector industrial. Si el hecho no levantó sospechas fue porque la empresa intentó ocultarlo.
Luego de varios días se conoció lo sucedido a través de una denuncia vía correo electrónico dirigida al concejal Norberto Martínez (Integración Ciudadana). El texto daba cuenta que la empresa "no accionó la sirena para dar aviso al personal, no se informó al CTE, ni a Defensa Civil ni a las plantas vecinas, para que detengan los trabajos que generan chispas, ya que se trató de un chorro de gas de entre 4 y 5 centímetros de diámetro, con una presión que, en principio, alcanzó a más de 20 kilos por centímetro cuadrado, con un viento cuya orientación se dirigía hacia las plantas de Indupa y Polisur.
El edil también refirió que durante el escape, que habría durado más de treinta minutos, una persona recibió heridas leves. Y lo más alarmante: "la empresa oculta el episodio disimulando su ausencia como permiso pago y no como accidente de trabajo, sin darle participación a la ART". El episodio –mucho más grave de lo que se cree- llegó a preocupar al gremio petroquímico. En ese sentido el secretario de Salud y Medio Ambiente del Sindicato de Personal de Industrias Químicas, Petroquímicas y Afines, Oscar Streitenberger, consideró que Mega no cumplió con las pautas del plan de contingencia interno. El dirigente gremial presentó una carta ante el Comité Técnico Ejecutivo CTE) porque, de acuerdo con los testimonios de los afiliados que trabajan en Mega, la firma "ante un inconveniente que pudo haber provocado un incendio, no dio los avisos ni dispuso el confinamiento del personal". Queda demostrada la seriedad del problema.
Aunque –como era de esperar- la actitud de pasmosa pasividad por parte de las autoridades de control y de la propia empresa se utilizó para intentar aplacar las sospechas. Fernando Rey Saravia, responsable del CTE, confirmó que Mega le comunicó el problema pero que le aseguró que lo tenía bajo control; dejando a criterio del victimario su propio juzgamiento. "Nuestro personal cumplió con las observaciones propias y luego reclamé el informe por escrito que Mega se ha demorado en remitir. Si es cierto lo que dice el gremio, por el tiempo que duró el incidente, la empresa debió haber declarado la emergencia que, desde nuestro punto de vista, fue del grado 1", señaló Rey Saravia. La empresa “debió” pero no lo hizo, hace o hará…
La palabra de Mega es todavía más sutil. Oscar Kumric, gerente del distrito Este de la empresa envió una comunicación al sindicato donde describe el incidente como "una pequeña pérdida de líquidos de gas natural a la atmósfera, sin formar nube".El texto aclara que no fue necesario utilizar "ningún procedimiento de evacuación, ya que en todo momento se realizó medición de mezcla explosiva en cercanías del lugar, no detectándose condición de explosividad que generara peligro alguno".
Seguramente el día que un accidente afecte la vida de una o varias personas, las clásicas preguntas llenarán largas horas de debate. ¿Quién es responsable?, ¿quién debió controlar?, ¿por qué no se administraron los medios preventivos necesarios?, ¿vale menos una vida que un proceso productivo?. Las respuestas parecen tan obvias que no presentan un desafío mayor para evitar responderlas antes de que las suposiciones se conviertan en tristes hechos.
martes, 24 de febrero de 2009
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