viernes, 13 de febrero de 2009

Torneo Promocional


Emiliano Schefer: “Ningún rival fue superior a nosotros”
El talentoso volante de Huracán, dialogó con Ático para revivir el ascenso logrado con el “Globito” de White. En una charla íntima, El “Gordo” repasó la conquista obtenida frente a Libertad, hizo un análisis profundo de las virtudes del conjunto dirigido por Gabriel Ginder y dejó bien en claro que su equipo fue el mejor de todos. Además, el ex Sansinena habló acerca del futuro de Huracán en Primera y dijo que tiene muchas ganas de seguir en la institución.
Por Martín Castañeira
Después de 10 años en el Torneo Promocional, vuelven a Primera. ¿Cómo viviste el ascenso?
Estoy muy contento. Fue muy difícil y largo el campeonato pero el equipo luchó en todo momento y logramos el objetivo que nos habíamos planteado desde un principio. Por suerte, ahora estamos festejando el ascenso. La verdad, fue muy lindo.
¿Cómo fue el partido final con Libertad?
Fue parejo. Fue muy peleado en el mediocampo y no hubo muchas situaciones claras para marcar, salvo una o dos de cada lado. El partido fue muy pesado y la hora en la que se jugó no ayudó para nada. Pero ya está, no importa. Se puso todo lo que teníamos y se logró el triunfo, que era la más importante.
Se jugó como una verdadera final, con los dientes apretados…
Si, se jugó como una verdadera final. En la previa, todos decían que Libertad llegaba con cuatro bajas muy importantes, jugadores que venían jugando de titular pero en cancha no se notaron las ausencias. Nosotros no jugamos muy bien y, por momentos, Libertad nos complicó mucho. Era una final y había que ganarla si o si, jugando bien o mal.
Tuvieron una temporada rara. Ganaron la fase regular pero terminaron últimos en el cuadrangular final. ¿Por qué se dio esta situación?
Si, es verdad. Con respecto al cuadrangular final, creo que influyeron mucho todos los incidentes que ocurrieron en el primer partido con Libertad (el 25 de octubre se suspendió el encuentro por los hechos de violencia). Eso nos tocó a nosotros y la incertidumbre de saber que iba a pasar con los tres puntos del partido con Libertad nos jugó en contra. Viendo como estaba la situación, decidimos jugar y, a la vez, ir viendo que pasaba. Después de empatar con Cabildo como visitante, tomamos la decisión de preparándonos de lleno para la final porque ya no teníamos chances de pelear la punta.
Los números marcan que fueron el equipo más goleador de la temporada pero, a la vez, fueron una de las defensas más vencidas. ¿Por qué se dio ésta paradoja?
Creo que la situación se dio porque nosotros en las últimas fechas estábamos limpiando “jugadores” por la acumulación de amarillas y fuimos rotando el equipo titular. Lo más importante era que nosotros sabíamos que llegábamos y concretábamos, salvo una racha en la que teníamos muchas situaciones pero no la podíamos meter. Igual, a pesar de los goles que recibimos, nosotros sabíamos que teníamos un arquero y una buena defensa. Debutaron varios chicos en el fondo. Pero, por suerte, seguimos luchando y logramos el ascenso.
¿Cómo fue jugar la final del torneo a puertas cerradas?
Fue muy feo. Uno en sí está motivado por que es una final pero, cuando uno sale a la cancha, no ve gente, no hay clima en las tribunas y uno se amarga un poco. Pero, a la hora de jugar, no le das demasiada importancia y te metés de lleno en el partido. Pero se siente mucho tener gente en las tribunas, gente que alienta o que te putea. Es lindo jugar con las dos hinchadas pero son cosas del fútbol.
¿Compartí este tipo de decisiones que toma el CoProSede con el objetivo de frenar la violencia?
Creo que, por lo menos, tendrían que dejar entrar a la hinchada local para que la gente pueda disfrutar al equipo. Además le serviría al club para poder recaudar, para que entre plata porque, sin gente local ni visitante, nunca va a ingresar dinero a la institución.
Y, después de tantas idas y vueltas, terminan jugando por el ascenso en cancha de Sansinena…
Se jugó en Cerri por el tema de la seguridad pero, si uno quiere, en Sansinena te metés por cualquier lado a la cancha, por ejemplo, saltando el arroyo. Si buscás la alternativa, entrás al estadio. Pero la verdad es que a nosotros no nos importaba eso, nosotros lo que queríamos era jugar el partido para terminar la temporada y ascender. Se dio en cancha de Sansinena y lo pudimos ganar igual.
¿Cómo fueron los festejos en la cancha, sin hinchas?
Igual fue muy lindo. Festejamos en la cancha, entre nosotros y con varios dirigentes que había en ese momento y un poco en el vestuario. Después juntamos las cosas, subimos al colectivo y nos fuimos para White, para el bulevar. Cuando llegamos a la rotonda de la ruta, nos encontramos con un par de patrulleros que no dejaron pasar a nuestros hinchas. Había un montón de personas, que festejaron con nosotros ahí y luego salimos todos en caravana para terminar en el bulevar. Íbamos en el colectivo y, cuando mirábamos para atrás, decíamos “mirá que cantidad de gente que viene”. Había muchísimas personas como el día que le ganamos el clásico a Comercial 4 a 3.
Te acordás algo en particular de la intimidad de los festejos con tus compañeros…
Lo que más recuerdo es del “Loli”. Agarró el micrófono de la cámara cuando salimos en colectivo y no soltó más. No paró un segundo. Fue muy lindo. Muchas risas, jodas y gastadas entre nosotros. Cuando ganás algo, todo es muy lindo y se hace más fácil.
Hablando de la parte futbolística, ¿por dónde pasaron las claves del equipo para lograr el ascenso, teniendo en cuenta la cantidad de sucesos que ocurrieron durante la temporada?
La verdad que no le dimos demasiada importancia a las cosas que pasaron en el medio. Nosotros sabíamos lo que teníamos en el equipo, empezando por el arquero y terminando en el último delantero. Eso, sumado al aporte de varios chicos que debutaron en Primera. Creo que la clave pasó por la confianza que teníamos en cada uno de nosotros y la garra que pusimos entrenando durante todo el año. El equipo fue mejorando de a poco y sabíamos que, estando bien de la cabeza, íbamos a lograr el ascenso.
¿Cómo llegas a Huracán?
Me llaman de Huracán y me comentan que quieren contar conmigo para la siguiente temporada. Me informan que la idea es armar un plantel para ascender y, días más tarde, me cruzó con el “Loli” Yáñez, quien me termina de convencer para jugar en White. Vinieron a hablar conmigo dirigentes del club, me interesó la propuesta que tenían para mí y se pudo arreglar todo con Sansinena. Además, por suerte, pudimos lograr el ascenso, que era el objetivo planteado desde un principio.
¿Cómo fue la adaptación en el grupo?
No conocía demasiado. Cuando llegué, conocía cuatro o cinco jugadores del plantel. Desde un principio, me gustó el grupo que había y me fui adaptando de a poco. A medida que pasaban los partidos, me fui dando cuenta del material con el que contábamos y de que éramos superiores a nuestros rivales. Fueron muy pocas las veces en las que algún equipo nos superó. Cuando el rival fue más que nosotros, fue porque nosotros nos quedamos, por culpa nuestra y no porque ellos nos superaban. La verdad siempre creí en el equipo y sabía que teníamos un plantel como para ascender.
Previo al arranque de la temporada, ¿cuáles eran los rivales a vencer?
Creo que el rival principal era Comercial, por ser nuestro clásico. Ellos se habían armado muy bien, con dos jugadores de afuera y tenían buen equipo. Creo que Comercial, junto con Libertad, eran los rivales más complicados y así lo demostraron en cancha cada vez que los tuvimos en frente.
Teniendo en cuenta el nivel de juego, ¿hay mucha diferencia entre Primera y el Promocional?
Yo creo que se nota un poco el paso de una categoría a la otra. En Primera, los equipos dejan jugar un poco más. En la B, las canchas no ayudan y uno se ve obligado a tirar muchos pelotazos. Los partidos son muy cortados y se juega muy poco. En la A, tenés rivales que te dejan jugar, que salen a atacarte y hay bastante espacio para poder jugar.
¿Y cómo lo vés a Huracán en Primera?
Creo que nos tenemos que adaptar a la categoría. Con algún jugador más que venga de experiencia, creo que el equipo va a andar muy bien. Le falta experiencia a muchos para jugar en la A pero con el paso de los partidos nos vamos a ir acomodando.
Hablando un poco de tu vida, ¿cómo se hace para jugar al fútbol y, a la vez, tener que trabajar a la vez para poder vivir?
Es complicado. En mi caso, yo me levanto temprano, 6.30 de la mañana para venir a trabajar acá (trabaja en un céntrico bar de Bahía Blanca), estoy hasta las 16 y, media hora más tarde, empiezo a entrenar. Empezamos a entrenar un poco más tarde porque, al igual que yo, hay varios chicos que trabajan y es el único horario en el que nos podemos juntar todo. Termino la práctica 18.30, voy un rato a lo de mi novia y llegó a mi casa después de las 21. LLego a mi casa y lo único que quiero es sentarme, comer algo y un rato más tarde ya estoy durmiendo. Y, al otro día, lo mismo. Es complicado pero es cuestión de adaptarse.
¿Te da tantas alegrías el fútbol como para compensar tanto esfuerzo que hacés para jugar?
Creo que sí. Es muy lindo ir a entrenar, compartir con los compañeros, el vestuario. Si no te gusta entrenar, me parece que, hoy en día, no podés jugar, no te da el físico. Tenés que correr, hacer la pretemporada y entrenar porque sino no podés jugar, no te da el físico.
Dejando de lado las cifras que se manejan en el fútbol mundial, lo lindo que sigue teniendo el la Liga Local es que se sigue jugando por amor a la camiseta…
Ni hablar. Acá no te vas a salvar económicamente. Por lo menos yo, juego por amor a la camiseta. El problema es cuando empieza a caer gente de afuera porque uno dice “a él le dan y a mí, que juego siempre por la camiseta, no me dan nada. Hay de todo un poco. Creo que siempre se debe jugar por amor a la camiseta.
Y que jugadores rinden más, ¿los de afuera o los del club?
Los del club, siempre. Igualmente, yo conozco varios futbolistas que han venido de afuera, se mataban por jugar y eso es lo importante. De todas maneras, pienso que los del club son los que más rinden, le ponen más ganas a todo.
Logrado el ascenso, ¿cuales son los próximos objetivos personales para tu carrera futbolística?
Soñar uno siempre sueña a más, a poder jugar más arriba. Igualmente, no me vuelvo loco porque yo, con casi 25 años, sino no exploté hasta ahora, va a ser difícil. Pero uno siempre tiene la fe de poder pegar el salto. Quizá jugás un Argentino, te ven de afuera, te llaman y empezás a volar alto. Mientras tanto, la idea es jugar donde estoy, estar tranquilo y volverme loco. Tengo trabajo, que es lo más importante y puedo jugar al fútbol.
¿Qué le podés decir al hincha de Huracán?
No tengo nada que decir. La pasé muy bien en el club y tengo amigos en el club. La gente conmigo siempre se portó muy bien y nunca tuve problemas. Siga o no siga en el club (el préstamo de Sansinena vence a fin de año), me llevó un gran recuerdo de Huracán y, por sobre todas las cosas, me llevo el ascenso.



Los números del Globo
-El equipo de White logró cuatro ascensos a Primera División (1980, 1990, 1995 y 2008) desde que comenzó a disputarse el Torneo Promocional en 1975.
-Hacía diez años que el Globo no estaba en la máxima categoría de la Liga del Sur. LA última de chance de subir, había sido en 2001, justamente ante Libertad.
-Este año, el campeón jugó 25 partidos, ganó 12, empató 6 y perdió 7.
-Huracán fue el equipo más goleador del certamen de segunda, con 44 goles. Pero, paradójicamente, fue la segunda defensa más vencida, recibiendo 40 tantos.
-Rodrigo Yáñez fue el máximo goleador de Huracán durante la temporada 2008, con 11 tantos. Ramón López marcó 8 y Víctor Torrero 7. Emiliano Schefer terminó con 4 conquistas.
-Javier Fritz fue el jugador con más presencias a lo largo de la temporada, con 24 presencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario