sábado, 21 de marzo de 2009
atico mensual
Queridos lectores el motivo del presente era avisarles que a partir de ahora y debido a la bendita crisis de la cual no estamos exentos Atico saldrá una vez por mes. Se estaba haciendo imposible afrontar los gastos de impresión y el apoyo realmente era escaso así que con el resto de los valientes que componen el staff lejos de bajar los brazos y haciendo gala de nuestra tozudez decidimos reaparecer en los escaparates a partir del domingo 3 de mayo con más pilas que nunca. Como adelanto podemos decir que el suplemento cultural crecerá y que en este portal la información se actualizara semana a semana además de reflotar los pdfs de los 27 ejemplares anteriores. En lo que refiere al blog de cultura (www.nexodeluxe.blogspot.com) no dejen de mandar la data de las actividades para la agenda ya que nexo de luxe tampoco va a desactivarse. Lo que no mata parece nos està fortaleciendo.abrazos Nicolás Guglielmetti y Emiliano de leo
miércoles, 11 de marzo de 2009
Mucho fraude... una sola boleta
Por Fernando Peyrano (fpeyrano@periodicoatico.com.ar)
Faltan siete meses y medio para las elecciones legislativas y ya sobrevuela el fantasma del fraude que amenaza con trastocar y arremeter contra la voluntad de la mayoría popular. La elección presidencial de 2007 estuvo teñida y salpicada por un montón de irregularidades que no hicieron más que empañar o enrarecer el clima de aquella fiesta cívica y desmentir, de alguna manera, al ministro del Interior –hoy a cargo de la cartera de Justicia y Derechos Humanos- el verborrágico Aníbal Fernández, que aludía al acto eleccionario como algo semejante a una caja de cristal, debido a la limpieza y transparencia del comicio.
Pero más que una caja de cristal se pareció, de acuerdo a la lectura de los líderes opositores, a la Caja de Pandora, ya que una vez abierta, escaparon los viejos vicios y las clásicas trampas de la eterna y protohistórica clase política.
El arco opositor, reunido en el Foro para la Reforma Política –un espacio integrado por la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica, el PRO, el Partido Socialista, el Partido Nuevo y el MST- comenzó proponer una serie de mecanismos que tienen como objeto contrarrestar y evitar la intervención de la “mano fraudulenta”.
Uno de esos mecanismos es lo que se denomina como boleta única. Este cambio en el sistema electoral derrumbaría al régimen actual, en el cual, cada partido político presenta su propia boleta, y abriría paso a uno nuevo, caracterizado por el encuentro entre el elector y una hoja única en el cuarto oscuro; en ese papel figurarán todas y cada una de las alternativas que conforman la oferta total para el votante, quien deberá marcar con una cruz el casillero que se corresponde con la lista que constituye el objeto de su preferencia.
Bajo las circunstancias del hoy, cada persona que concurre a emitir su voto, en el contexto de la soledad del cuarto oscuro, se encuentra con un sin fin de boletas y debe elegir, entre ese largo universo de constelaciones de partidos políticos, una de ellas para cada uno de los cargos electivos que se ponen en disputa el día de la elección. Con la reforma en el sistema electoral, cada uno de esos cargos se votaría de manera separada y habría tantas boleta únicas como el número de cargos, las cuales, se colocarían en un mismo sobre. Al mismo tiempo, el Ministerio del Interior, vigía de la paz y del orden del comicio, asumiría a su cargo la impresión de las boletas, sustituyendo en ese rol a los partidos políticos, y en consecuencia, esto significaría para ellos un ahorro al evitar este costo.
Los defensores de esta propuesta, argumentan que la boleta única es una herramienta que será capaz de dar batalla contra las prácticas clientelísticas más extendidas, hijas de aquellos dirigentes y gobernantes que pretenden perpetuarse en el poder o acceder a él a cualquier precio, un precio que no deja reflejar la tremenda herida mortal que se infringe a la misma República, ya que lastima al corazón del sistema: el pueblo es quien elige a sus representantes. En esa jornadael proyecto de Marx se hace realidad, ya que se disipan las clases sociales, recibiendo así la misma valoración el voto de quien lo emite en los barrios coquetos de la Capital y aquel que deposita su confianza en alguna urna del interior más profundo.
Esto es posible en la teoría. En la práctica se observa la manipulación de punteros que, sirviendo a un interés concreto, no tienen cargo de conciencia alguno cuando arremeten contra la libertad de sufragio de un individuo, mediante prácticas viles, prometiéndole el oro y el moro, con una promesa vana, que nunca verá la realidad, pero que volverá a aparecer cuando la ciudadanía vuelva a elegir. Y esa posibilidad de invertir esos esfuerzos en traicionar al funcionamiento de la Democracia se hace posible cuando se cuenta con una estructura toda poderosa, capaz de solventar ese desgaste de energías y dueña de cuantiosos recursos humanos y monetarios, elementos sobre los que se sustenta su primacía territorial. Eso bien lo saben los “barones del justicialismo” que hacen gala de ese mérito desde el conurbano bonaerense, un punto neurálgico de todo este entramado, debido a la populosa población que alberga.
Es por ello que el mercado de la política presenta muchas rigideces. Básicamente, existe un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda, como así también entre los distintos elementos que conforman a cada una de las partes de este mercado, mostrando entre ellos un patrón de desigualdad. Por el lado de la demanda, se rompe, como se dijo anteriormente, la igualdad natural entre todos los electores porque se altera deliberadamente las preferencias de un sector cuantitativamente importante de los electores; además, depreciado se encuentra el protagonismo de las provincias, perdido por la ausencia del Colegio Electoral y por ende, por el gigante peso de una franja del territorio nacional. Por el lado de la oferta, la estructura de mercado tiende a las características del oligopolio, al sobresalir un partido dominante y un mosaico de agrupaciones que no logran, por ahora, volcar la balanza a su favor.
Estas condiciones no deben caer en la órbita de la responsabilidad del gobierno de turno, porque no son de su obra, sino pertenece a la naturaleza del sistema. La dinámica de su ajuste se tomará tiempo para retornar a una situación de equilibrio. Pero el gobierno de turno sabe bien aprovecharlas.
De esta manera, los beneficios de la boleta única son, principalmente, para las fuerzas políticas de menor estructura, las cuales adolecen de tres cuestiones fundamentales: no pueden estar presentes en todas las mesas electorales a través de la representación de un fiscal, no cuentan con cuantiosos recursos económicos y son capaces de imprimir una cantidad de boletas no muy significante.
La boleta única podría, de alguna manera, tender al equilibrio entre los diferentes partidos políticos que resolverían esta cuestión y garantizarían su presencia en cada uno de los distritos que conforman el ámbito de competencia electoral.
¿Qué resuelve? ¿Soluciona el robo de boletas? La respuesta es sí. Como todas las listas figurarán en una misma hoja llegarían a todas las escuelas y ningún puntero cometerá el delito de llevarse consigo boletas de otros partidos… ¡porque estaría robando a la agrupación que pertenece! De esta forma, el votante no se expone al riesgo que significa no encontrar el papel partidario que buscaba y terminar alterando su decisión.
No obstante, no es lo único que desentraña. Otra de las “picardías” de la dirigencia criolla es “el voto cadena”. ¿En qué consiste este ingenioso método? El domingo por la mañana el puntero barrial recibe del fiscal de su partido un sobre firmado por las autoridades, en el cual introduce una boleta de su fuerza política, lo cierra y se lo entrega a otra persona que concurre a votar. Una vez en la escuela, el presidente de mesa le entrega su sobre correspondiente e ingresa al cuarto oscuro. Allí, introduce entre su ropa el sobre dado por este último. Finalmente, el votante al salir deposita el sobre anterior en la urna. Luego debe darle el sobre, que escondió, al puntero, quien al tiempo de recompensar al elector, reinicia la cadena con ese sobre. Dicen los especialistas, que la influencia del voto cadena no se siente en un proceso electoral de alcance nacional pero sí es capaz de dar vuelta una elección municipal.
Por otra parte, lo que no toca la boleta única es la lista sábana. La oculta pero no la quita. En esa hoja se encontrarán los primeros tres nombres de la nómina de candidatos a diputados, pero en la pared habrá un afiche que informará el resto de los postulantes que integran esa lista.
La lista sábana merece un capítulo aparte de análisis, pero vale la pena señalar que el problema se centra más que nada en la provincia de Buenos Aires, donde el número de aspirantes asciende a treinta y cinco. En el resto de los distritos, ese número va descendiendo hasta representar, en algunos casos, una cifra sensiblemente inferior respecto a la propia del territorio bonaerense.
La iniciativa enfrenta, una vez más, a oposición y a oficialismo. El arco opositor ve a esta herramienta como parte de un instrumental que pueda amenazar con desbancar al peronismo de su poderío electoral.
Desde la Coalición Cívica, Elisa Carrió afirmó que “se está preparando el fraude… y si son tan transparentes, que establezcan la boleta única y que venga la OEA”. Por su parte, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está impulsando el proyecto para que el sistema sea adoptado para las elecciones porteñas.
En la vereda de enfrente, el ministro Aníbal Fernández adujo que si todas las fuerzas políticas estuvieran incluidas en una misma boleta, la misma tendría “el tamaño de una bandera de ceremonia”, por lo cual, para el oficialismo, esta práctica es irrealizable. Pero lo cierto es que Australia, país mentor de este sistema, lleva más de una centuria empleándolo. Lo cierto también es que lo utilizan Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Paraguay. Dentro de América Latina, Argentina y Uruguay representan la excepción. Por tanto, ¿es imposible de instrumentar?
La cuestión de la boleta única debe ser un asunto que merece un debate en serio. El sistema electoral requiere sin dudas una decisión que lleva a replantear el rol de muchas de sus instituciones que hoy están en crisis, dejando a un lado las especulaciones para un lado y para el otro de la dirigencia. No es casualidad que los sectores que manifiestan una postura contraria al proyecto son los que se benefician de los vicios actuales.
La boleta única no resuelve su problemática en su totalidad, deja algunas lagunas, pero es algo. La pobreza, la marginalidad, la exclusión, son flagelos que debilitan la principal arma que cuentan estos sectores para salir de su dramática situación cotidiana: el voto. Pero esa arma se vuelve en contra, en reiteradas oportunidades, y no hace más que perpetuarlos en esas circunstancias. La boleta única debe ser el primer paso de una auténtica reforma política que lleve a una profunda conciencia del ser, a una profunda conciencia de ciudadano.
Educación y control
Por Mauro Benente (maurobenente@yahoo.com)
El inicio de clases, tanto como el no inicio por motivos que suelen relacionarse con la falta de inversión en la actividad, merecen algunas reflexiones. En particular me interesará articular dos elementos –la educación y el control- que cuando el no inicio de clases es decretado, se presentan como enfrentados, desafiados.
Cuando las clases no comienzan porque se acusa la falta de inversión, el escaso sueldo de los cuerpos docentes, en general se sostiene que es más fácil controlar a la población cuando no está educada. Me interesará, pues, mostrar lo contrario. Mostrar a la educación como herramienta de control.
Si bien con elementos que podrían encontrarse en la llamada Escuela de Frankfurt, en 1970 Louis Althusser –quien le dio una impronta estructuralista al marxismo- se preguntaba en su famosa obra Ideología y Aparatos Ideológicos de Estado, cómo era posible la reproducción de las condiciones de producción, cómo era posible que aquellas condiciones e instituciones que sometían a determinados colectivos, fuesen defendidas por estos colectivos. Esto era posible, al decir de Althusser, gracias al funcionamiento de los aparatos ideológicos de estado. Entre ellos, junto con la Iglesia, la familia, entre otros, se encontraba la escuela. En la escuela se enseña a sumar, a restar, a leer, a escribir, todos elementos que serán empleados en la producción; son instrucciones para los obreros, los técnicos, los ingenieros. Se enseña a dar órdenes, a recibir órdenes. Se enseña, pues, lo que será la vida del trabajo; se asegura, en términos del filósofo argelino, la reproducción de las condiciones de producción.
Michel Foucault, autor francés, estudió con Althusser pero no fue un continuador de sus postulados. No obstante, también trazó mantos de reflexión sobre los institutos de educación formal. En sus trabajos, conferencias y cursos desarrollados en la década de 1970, Foucault se preocupará por analizar lo que denomina sociedad de disciplinaria, una sociedad en la que los individuos estarán constantemente sujetos a la vigilancia, a los exámenes. Vigilancia, control y corrección, serán los elementos fundantes de esta sociedad disciplinaria. Examinados, vigilados, controlados y corregidos por el jefe de la oficina, el médico, el director de la prisión, el maestro de la escuela. Quien ejerce este poder, no sólo vigila sino que también crea un saber alrededor de su actividad. Para el caso de la disciplina educativa, el saber será la pedagogía. Las instituciones educativas –al igual que otras instituciones de esta sociedad disciplinaria, ya que la mayoría comparten similares caracteres- estarán encargadas de controlar a los individuos en su aspecto temporal, fijando un horario de salida, de entrada, de descanso. También se controlan los cuerpos, se constituye cuerpos reformados, corregidos, capaces de cualificarse. Se controla lo temporal para que el tiempo se transforme en tiempo de trabajo y, el cuerpo, en fuerza de trabajo.
Hasta aquí todo sombra, noche cerrada, oscuridad. Todo lo contrario de lo que el discurso de la ilustración atribuye a la educación, cuya función sería dar luz al alumno –etimológicamente quien no tiene luz-. Frente a aquello de que el pueblo sin educación es más fácil de controlar, un paradigma que propone a la educación como instrumento, como herramienta de control.
Esto no implica, tal vez, dejar de educarnos en las instituciones formales, dejar de ir a la primaria, a la secundaria o la universidad. Tampoco implica ver al docente, al director de escuela, como el malo que controla. No hay aquí malos ni buenos, sino sujetos inmersos en prácticas.
De lo que se trata es de afrontar con una actitud crítica nuestro paso por estas instituciones. Adoptar una actitud crítica en los papeles que desarrollamos en estas instituciones, papeles que, como en las obras de teatro, pocas veces son escritas por sus actores. Tal vez de lo que se trata, sea de construir a partir de la paradoja, de la aporía. De pensar en la libertad a pesar y a partir del control. Potenciar la resistencia que siempre existe, y que si no existiera no habría necesidad de control, tal vez sea uno de los desafíos educativos.
* Abogado (UBA) –título en trámite- y estudiante de Ciencia Política (UBA). Becario UBACyT –categoría estímulo- con lugar de trabajo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales Ambrosio Lucas Gioja de la Facultad de Derecho de la UBA. Miembro de la Revista Derecho y Barbarie.
¿Se vuelve al Fondo?
Por Matias de angelis
Tras varios años de ausencia en el vocabulario nacional empezaron a sonar, por estos días, tres letras que provocan ciertos escalofríos a muchos argentinos: F.M.I.
A primera instancia, es extraño que el susurro de tal insignificante sigla genere tantas sensaciones, pero si revisamos nuestra relación histórica con el organismo podemos encontrar algún sustento a tal sentimiento.
El Fondo Monetario Internacional, en épocas pasadas, era palabra recurrente en los funcionarios argentinos que acudían a tal institución ante necesidades de financiamiento, pero también muchas veces a buscar las soluciones que no éramos capaces de crear internamente para resolver nuestros problemas. Sus “recetas” eran tomadas prácticamente como la única solución y otras tantas en forma inevitable para conseguir dinero fresco. Sin embargo, luego de la crisis del 2001 empezaron a subir el volumen voces en contra de la políticas recomendadas por el organismo (enmarcadas en el denominado consenso de Wasghinton) bajo el argumento que fueron sus políticas las que llevaron al país al borde de la disolución.
En el año 2005, el gobierno de Néstor Kirchern hizo eco de las criticas y canceló en forma anticipada el total de la deuda, que por ese entonces, rondaba alrededor de los 9 mil millones de dólares. El pago fue efectuado con parte de las reservas internacionales y generó, entre los especialistas, visiones encontradas. Es cierto que desde el punto de vista político significo liberar al país de las imposiciones de medidas públicas a aplicar por el estado nacional, pero desde el punto de vista financiero la realidad demostró que se saldo una deuda cuyo interés era del 4% para financiarse, más tarde, a tasas del 15% mediante la venta directa de títulos públicos al gobierno venezolano.
Desde aquel entonces y hasta ahora, el FMI sólo era nombrado para criticarlo y pedir la reformulación del organismo.
Pero este año, ante la difícil situación internacional no se descarta en el ejecutivo volver a solicitar plata fresca al organismo para hacer frente a los importantes vencimientos de capital que vencen en el 2009. Suena paradojal, entonces, que sea el gobierno de Cristina el que deba realizarlo, tras la actitud de su esposo y ex presidente, de cancelar el pasivo en su anterior gestión. Por lo tanto, en Olivos si bien no lo descartan, se sabe que es la última carta a la que van a recurrir.
Es por esta razón, que en estas semanas se lanzaron distintas medidas que apuntan a despejar el horizonte de vencimientos de deuda. En este sentido, el canje de préstamos garantizados se visualiza como el inicio de un camino; y la renegociación con los holdout y el club de Paris, quizás, sean los siguientes pasos que deberá seguir el ejecutivo para esquivar al organismo internacional como prestador de ultima instancia.
En definitiva, por el momento, parece improbable que el ejecutivo acuda al FMI en busca de ayuda financiera. Tal situación puede ser explicada por una sencilla razón: el 2009 es un año electoral, y si bien, el FMI puede sumar plata fresca a las arcas del estado, en las urnas resta votos.
Tras varios años de ausencia en el vocabulario nacional empezaron a sonar, por estos días, tres letras que provocan ciertos escalofríos a muchos argentinos: F.M.I.
A primera instancia, es extraño que el susurro de tal insignificante sigla genere tantas sensaciones, pero si revisamos nuestra relación histórica con el organismo podemos encontrar algún sustento a tal sentimiento.
El Fondo Monetario Internacional, en épocas pasadas, era palabra recurrente en los funcionarios argentinos que acudían a tal institución ante necesidades de financiamiento, pero también muchas veces a buscar las soluciones que no éramos capaces de crear internamente para resolver nuestros problemas. Sus “recetas” eran tomadas prácticamente como la única solución y otras tantas en forma inevitable para conseguir dinero fresco. Sin embargo, luego de la crisis del 2001 empezaron a subir el volumen voces en contra de la políticas recomendadas por el organismo (enmarcadas en el denominado consenso de Wasghinton) bajo el argumento que fueron sus políticas las que llevaron al país al borde de la disolución.
En el año 2005, el gobierno de Néstor Kirchern hizo eco de las criticas y canceló en forma anticipada el total de la deuda, que por ese entonces, rondaba alrededor de los 9 mil millones de dólares. El pago fue efectuado con parte de las reservas internacionales y generó, entre los especialistas, visiones encontradas. Es cierto que desde el punto de vista político significo liberar al país de las imposiciones de medidas públicas a aplicar por el estado nacional, pero desde el punto de vista financiero la realidad demostró que se saldo una deuda cuyo interés era del 4% para financiarse, más tarde, a tasas del 15% mediante la venta directa de títulos públicos al gobierno venezolano.
Desde aquel entonces y hasta ahora, el FMI sólo era nombrado para criticarlo y pedir la reformulación del organismo.
Pero este año, ante la difícil situación internacional no se descarta en el ejecutivo volver a solicitar plata fresca al organismo para hacer frente a los importantes vencimientos de capital que vencen en el 2009. Suena paradojal, entonces, que sea el gobierno de Cristina el que deba realizarlo, tras la actitud de su esposo y ex presidente, de cancelar el pasivo en su anterior gestión. Por lo tanto, en Olivos si bien no lo descartan, se sabe que es la última carta a la que van a recurrir.
Es por esta razón, que en estas semanas se lanzaron distintas medidas que apuntan a despejar el horizonte de vencimientos de deuda. En este sentido, el canje de préstamos garantizados se visualiza como el inicio de un camino; y la renegociación con los holdout y el club de Paris, quizás, sean los siguientes pasos que deberá seguir el ejecutivo para esquivar al organismo internacional como prestador de ultima instancia.
En definitiva, por el momento, parece improbable que el ejecutivo acuda al FMI en busca de ayuda financiera. Tal situación puede ser explicada por una sencilla razón: el 2009 es un año electoral, y si bien, el FMI puede sumar plata fresca a las arcas del estado, en las urnas resta votos.
Básquet – Barracas Central
“ESTAMOS PARA SER PARTE DE LA FAMILIA DEL BÁSQUET”
El club de la calle Thompson al 600, tiene prácticamente todo listo para concretar la reafiliación a la Asociación Bahiense de Básquet, luego de la colocación del parquet flotante.
Además, mostrando un claro ejemplo de capacidad, compromiso, dedicación, esfuerzo y sacrificio por parte de sus dirigentes; pudieron cerrar, en poco tiempo de haber iniciado la inscripción de jugadores, tres categorías: Juveniles, Sub-21 y Segunda División; además de contar con varios chicos para completar Mini o Pre-Mini.
Quien recorra las instalaciones de la institución notará la evolución y puesta a futuro de un club histórico en la ciudad, que vuelve para quedarse.
Jaime Linares, presidente de Barracas, nos explica las razones de tanto tiempo alejados de las canchas de básquet, el presente de la entidad y las expectativas que genera volver a la competencia deportiva.
Por elian romero
¿Cómo surgió la idea de reafiliarse a la Asociación?
En realidad este fue el proyecto por el cuál un grupo de amigos decidimos tomar la posta de lo que había. Éramos en su época todos conocidos jugadores de básquet, chicos del barrio. Hicimos un esfuerzo muy grande para juntar todo lo que pudimos para poder tener las instalaciones necesarias para volver a competir; y estamos entusiasmados porque creo que hay una demanda en este sector de la ciudad, que el club la vuelve a cumplir como en su momento lo hizo. Era un desafío interesante llegar aquí, ya que el club este año va a cumplir 20 años que no tiene básquet. Así que estamos contentos por dos años de trabajo que esperemos se puedan concretar cuando pongamos los equipos en la cancha este año.
¿Tenés noción de la fecha?
Fue en diciembre del 2006. Estuvimos el 2007 y 2008 trabajando. En ese momento, la gente que estaba no quería seguir y no había nadie que se hiciera cargo, nos juntamos un grupo de amigos y dijimos “bueno, cada uno pongamos lo que dispongamos de tiempo”, con el compromiso de marcarnos un objetivo. Que básicamente era este, armar un club que dé nuevas respuestas a las nuevas demandas que tiene la gente. No es lo mismo el 2009, que 1929 cuando se fundó el club. En eso estamos y creo que hemos sido receptores de una historia del club y de una serie de instalaciones que hemos ido mejorando, pero es un escalón más en la historia de la institución.
¿Por qué se había abandonado la práctica del básquet?
En ese momento yo no estaba aquí en el club, tenía funciones oficiales que me demandaban mucho tiempo pero aparentemente, allá por el ’88, hubieron algunos conflictos con el sostenimiento de la actividad, en base a costos y los pocos ingresos del club. Lo habían tomado como provisorio el hecho de parar con la afiliación uno o dos años y resultó que, en realidad, la provisión se convirtió en casi definitivo. Y este es un club que tiene mucha historia, básicamente identificado con el básquet de la ciudad, que podrá tener otra actividad pero está ubicado en el básquet. Hay otros clubes que tienen otras actividades y a su vez, tienen básquet. Nos pareció interesante poder darles a los chicos del barrio la posibilidad de que acá tengan el ámbito para hacer amigos y para practicar un deporte.
¿Fue por un tema económico entonces?
Aparentemente los costos…Estos clubes si uno no los hace sustentables, hay que tener mucho cuidado de no pretender ser un club que los recursos no acompañen. No se puede estar dependiendo de la buena voluntad de alguno, circunstancial, que haga un aporte especial porque después el día que no esté ese, el club desaparece. Nosotros tenemos claro que tenemos que lograr un ingreso sustentable para el club; por eso hay unas instalaciones que estamos reacomodando que nos van a permitir un ingreso mensual, el cual vamos a destinar exclusivamente para financiar la actividad del deporte. Esté quien esté, se podrá progresar más o menos, pero lo que sí vamos a garantizar es un buen funcionamiento de un buen recurso humano para avanzar con seguridad.
¿Qué esperan con esta vuelta?
Hemos aprendido muchas cosas en este club, en los vestuarios, con la identificación de una camiseta como identidad barrial, que de alguna manera en nuestras actividades personales se deben haber reflejado o al menos las hemos llevado puestas. Nosotros con poner un equipo en cancha y que podamos lograr eso, que los chicos vengan acá con la seguridad que este es un club para hacer amigos y practicar deporte, estamos altamente satisfechos.
De no poder cumplir con el armado de las categorías, ¿Se extenderían los plazos para la reafiliación?
Yo estoy convencido que vamos a llegar. Perder un año, de alguna manera, sería perjudicial. Hay muchos chicos que hoy están sin jugar, que se han arrimado estos días, que no los podemos tener un año dando vueltas sin competir, porque los chicos de la Escuelita pueden hacer encuentros, no hay problema; pero los más grandes si no compiten se van. Entonces queremos aprovechar este envión que, gracias a Dios, hemos tenido por la difusión que le ha dado el periodismo, ya sea en televisión, radio y la gráfica. Lo que planteamos el otro día en la Asociación, que nosotros estamos arrancando de cero, hemos hecho un esfuerzo, no estamos para ver si circunstancialmente hacemos básquet. Hicimos una inversión muy grande, somos un club histórico, y merecemos una consideración especial porque venimos a ser parte de la historia de la Asociación, simplemente que nos hagan valer el esfuerzo que estamos haciendo.
Estoy convencido que antes del día 10 vamos a tener el número necesario para presentar las categorías que exigen. Quiero agradecer por otro lado la confianza de los amigos de los distintos clubes, que nos conocemos de hace muchos años porque hemos transitado las canchas y la vida juntos. Nosotros que estamos volviendo, hasta que no empiecen las clases, que uno no junta todos los chicos no estaba con la seguridad de poder cerrar las categorías y los clubes confiaron en que nosotros estamos aquí para ser parte de la familia del básquet.
¿Quiénes son los que comandan la iniciativa?
Todos los que estamos en la Comisión Directiva. Acá los cargos son circunstanciales, somos todos iguales. Están Oscar Abraham, Luis Saldutti, Walter Clemente, Alejandro Zaccara, Alejandro Monaldi, Ricardo Mengatto, Guillermo Gallardo, Julia Fernández, Cristina D’Angelo, Julio Marini, Oscar Beletti. Y después se han ido acercado algunos muchachos nuevos ahora, como Carlos Rossi, que fue jugador de acá, que en mayor o menos medida están colaborando y estoy seguro que cuando tengamos esto en movimiento van a participar más, porque recién están agregándose a este grupo.
¿Recibieron ayuda para la colocación del parquet?
Hasta ahora venimos juntando dinero nosotros. Hemos explotado la cancha de fútbol 5 que estaba, durante dos años fuimos juntando recursos allí y tuvimos un subsidio pequeño, complementario ante los recursos que juntamos. Hemos tramitado un aporte del Ministerio de Acción Social de la Nación, que es un programa que tienen ellos de apoyo para este tipo de obras, que otros clubes lo han tenido. La documentación está presentada desde hace 8 o 9 meses, está aprobada, pero todavía no nos ha llegado. Eso nos ayudaría a empujar un poquito más rápido lo que nos está faltando, que no es mucho pero casi nos hemos quedado sin recursos. Además estamos esperando que empiece la temporada para que el salón empiece a funcionar para que reemplace los recursos que teníamos por la cancha de fútbol 5.
¿Para cuándo está prevista la finalización de las obras?
Estamos definiendo la construcción de las jirafas porque el piso ya está completo, sólo falta masillarlo y pintarlo. Lo de las jirafas, si lo definimos esta noche, en 20 días tendría que estar. Yo diría que, como mucho, en un mes más tendríamos la cancha lista para competir. Nos va a faltar posiblemente el tema de la luz que vamos a estar ahí, terminándola o armándola. Pero para los primeros días de abril tendría que estar, llegaríamos muy bien para el inicio de los torneos. Si seguimos así, se cumpliría el cronograma que nos habíamos planteado en la planificación que hicimos para este año. El club cumple 80 años en agosto y queríamos llegar con Barracas otra vez en la cancha.
¿Cómo se lo puede ayudar a seguir subsistiendo?
El club va subsistir primero con los alquileres del salón que vamos a habilitar, dos quinchos, que normalmente se alquilan, hay un grupo de danza que está trabajando adelante, que aportaron una cantidad de socios y un alquiler mensual. Con eso y el ingreso que podamos colocar con propagandas que estamos trabajando, no vamos tener ningún tipo de problemas, no solo para el sostenimiento de la actividad, sino para poder “bancar” chicos que no puedan llegar a la cuota, porque este es el objeto social del club. Y aparte todavía podemos ampliar la base de socios que estamos trabajando y para eso, a los chicos que ahora ingresan a la Escuelita, se los hace socios. Son ingresos complementarios; pero este club no tiene grandes gastos, las instalaciones creo que son muy buenas y nosotros tenemos una gran ventaja, porque no tenemos que prever grandes inversiones, salvo la terminación del estadio. Estamos pura y exclusivamente para consolidar la actividad del básquet.
¿La vida social del club se ha mejorado?
Ahora va a mejorar mucho porque nosotros ya hace dos años venimos trabajando con las escuelas Nº 5 y la Pequeña Obra. Para darles atención a estos chicos que vienen a la mañana, vamos a incorporar un bufete, que creemos será un centro complementario para que los chicos puedan almorzar en el club.
¿Qué obras se han realizado en el club en los últimos años?
Tuvimos que reparar todo el techo del salón, lo terminamos y pintamos, tuvimos que poner en marcha equipos de aire, reparar los quinchos, para mejorar las instalaciones. Hemos pintado el salón del frente, reparamos el techo de chapa del estadio, que nos ha quedado alguna gotera que taparemos.
¿Cuándo asumiste como Presidente?
A fines del 2006. En marzo cambian las autoridades, pero en diciembre el club estaba medio acéfalo, fue ahí cuando nos juntamos un grupo de amigos con el fin de tomar provisoriamente hasta marzo y que después se decidiera en asamblea.
Imagino que por ser la cara visible de la institución, debés sentir orgullo al encabezar la iniciativa.
En realidad nos genera a todos una sensación placentera de poder dedicar una hora u hora y media del ratito que uno tiene por día. Para nosotros es un placer, cada uno hace lo que puede, cada uno se encarga de una cosa. Lo que hacemos, se hace por consenso, lo que sí definimos claramente cual es el objetivo. Si podemos lograrlo, será devolverle al club lo que nos ha dado, que es parte de la personalidad que cada uno tiene.
¿Un deseo para este año?
Que este club que se creó hace 80 años, dando respuesta al crecimiento de la ciudad, hoy se recicle en la respuesta a las nuevas demandas que exige la sociedad para los clubes barriales. Estoy seguro que el barrio va a acompañar y van a encontrar aquí una referencia geográfica dentro de la geografía de Bahía Blanca.
Sigue la inscripción.
Continúan abiertas las inscripciones para chicos a partir de los 5 años, para integrar la Escuelita de Básquet. Todos los interesados podrán presentarse en la sede del club (Thompson 645) o comunicarse a los teléfonos: 154-612944 o 4524731.
Comisión Directiva.
Presidente: Jaime Linares.
Vice-presidente: Oscar Abraham.
Tesorero: Alejandro Monaldi.
Pro-tesorero: Alejandro Zaccara.
Secretario: Walter Clemente.
Revisor de cuentas: Ricardo Mengatto.
Vocales: Luis Saldutti (además delegado ante la Asociación), Oscar Beletti, Julio Marini, Julia Fernández, Guillermo Gallardo.
Las instalaciones:
La cancha principal de básquet, donde estaba ubicada la cancha de fútbol 5.
Una cancha de básquet 3.
Dos salas muy grandes debajo de las tribunas, “que están cerradas pero que nuestra idea es usarlas para brindar apoyo escolar o alguna cosa complementaria para los chicos”.
Un salón que están por habilitar.
Un salón con parrilla en el segundo piso.
Un poco de historia.
Barracas se afilió, en sus comienzos, a la Asociación Bahiense de Básquetbol el 9 de marzo de 1937, siendo un club histórico en la actividad, ganando varios torneo pero por sobre todas las cosas, siendo un club competitivo.
Lamentablemente, el 30 de marzo de 1990, se decidió abandonar la práctica activa hasta nuestros días.
En todo ese tiempo, lograron dos campeonatos en Primera División, dos en Segunda y uno en Tercera.
En Primera:
1958 (su primer título): Julio Serrano, José Hernández, Enrique García Pereyra, Manuel Pérez, Edgar Maisterrena, Manuel Fernández, Dardo Albizu, Hugo Olarriaga, Raúl Hemmingsen, José María Pozuelos, Osvaldo Cavalli y Miguel Torno. DT: Néstor Francisco Radivoy.
1963: Miguen Ángel Chicharro, Dardo Albizu, Hugo Bottini, José María Pozuelos, Miguel Ángel Torno, Edgar Maisterrena, Miguel Galé, Néstor Pascual, Juan Genchi, Antonio Chicharro y Osvaldo Cavalli. DT: Antonio Rivero.
En Segunda:
Salió campeón en 1947 y 1982, con: D. Mariani, A. Gil, Miguel y Eduardo Alonso, M. Casalla, J. Garayzar, H. D’Amico, M. Amaya, E. Serrano, G. Albanesi y A. Monaldi. DT: Roberto González.
En Tercera:
1979: Jaime Linares, A. Monaldi, M. Albizu, A. Celani, F. Conget, M. Casalla, A. Carci, R. Mengatto, G. Sánchez, N. Petracci y D. Mariani. DT: Miguel Ríos.
El club de la calle Thompson al 600, tiene prácticamente todo listo para concretar la reafiliación a la Asociación Bahiense de Básquet, luego de la colocación del parquet flotante.
Además, mostrando un claro ejemplo de capacidad, compromiso, dedicación, esfuerzo y sacrificio por parte de sus dirigentes; pudieron cerrar, en poco tiempo de haber iniciado la inscripción de jugadores, tres categorías: Juveniles, Sub-21 y Segunda División; además de contar con varios chicos para completar Mini o Pre-Mini.
Quien recorra las instalaciones de la institución notará la evolución y puesta a futuro de un club histórico en la ciudad, que vuelve para quedarse.
Jaime Linares, presidente de Barracas, nos explica las razones de tanto tiempo alejados de las canchas de básquet, el presente de la entidad y las expectativas que genera volver a la competencia deportiva.
Por elian romero
¿Cómo surgió la idea de reafiliarse a la Asociación?
En realidad este fue el proyecto por el cuál un grupo de amigos decidimos tomar la posta de lo que había. Éramos en su época todos conocidos jugadores de básquet, chicos del barrio. Hicimos un esfuerzo muy grande para juntar todo lo que pudimos para poder tener las instalaciones necesarias para volver a competir; y estamos entusiasmados porque creo que hay una demanda en este sector de la ciudad, que el club la vuelve a cumplir como en su momento lo hizo. Era un desafío interesante llegar aquí, ya que el club este año va a cumplir 20 años que no tiene básquet. Así que estamos contentos por dos años de trabajo que esperemos se puedan concretar cuando pongamos los equipos en la cancha este año.
¿Tenés noción de la fecha?
Fue en diciembre del 2006. Estuvimos el 2007 y 2008 trabajando. En ese momento, la gente que estaba no quería seguir y no había nadie que se hiciera cargo, nos juntamos un grupo de amigos y dijimos “bueno, cada uno pongamos lo que dispongamos de tiempo”, con el compromiso de marcarnos un objetivo. Que básicamente era este, armar un club que dé nuevas respuestas a las nuevas demandas que tiene la gente. No es lo mismo el 2009, que 1929 cuando se fundó el club. En eso estamos y creo que hemos sido receptores de una historia del club y de una serie de instalaciones que hemos ido mejorando, pero es un escalón más en la historia de la institución.
¿Por qué se había abandonado la práctica del básquet?
En ese momento yo no estaba aquí en el club, tenía funciones oficiales que me demandaban mucho tiempo pero aparentemente, allá por el ’88, hubieron algunos conflictos con el sostenimiento de la actividad, en base a costos y los pocos ingresos del club. Lo habían tomado como provisorio el hecho de parar con la afiliación uno o dos años y resultó que, en realidad, la provisión se convirtió en casi definitivo. Y este es un club que tiene mucha historia, básicamente identificado con el básquet de la ciudad, que podrá tener otra actividad pero está ubicado en el básquet. Hay otros clubes que tienen otras actividades y a su vez, tienen básquet. Nos pareció interesante poder darles a los chicos del barrio la posibilidad de que acá tengan el ámbito para hacer amigos y para practicar un deporte.
¿Fue por un tema económico entonces?
Aparentemente los costos…Estos clubes si uno no los hace sustentables, hay que tener mucho cuidado de no pretender ser un club que los recursos no acompañen. No se puede estar dependiendo de la buena voluntad de alguno, circunstancial, que haga un aporte especial porque después el día que no esté ese, el club desaparece. Nosotros tenemos claro que tenemos que lograr un ingreso sustentable para el club; por eso hay unas instalaciones que estamos reacomodando que nos van a permitir un ingreso mensual, el cual vamos a destinar exclusivamente para financiar la actividad del deporte. Esté quien esté, se podrá progresar más o menos, pero lo que sí vamos a garantizar es un buen funcionamiento de un buen recurso humano para avanzar con seguridad.
¿Qué esperan con esta vuelta?
Hemos aprendido muchas cosas en este club, en los vestuarios, con la identificación de una camiseta como identidad barrial, que de alguna manera en nuestras actividades personales se deben haber reflejado o al menos las hemos llevado puestas. Nosotros con poner un equipo en cancha y que podamos lograr eso, que los chicos vengan acá con la seguridad que este es un club para hacer amigos y practicar deporte, estamos altamente satisfechos.
De no poder cumplir con el armado de las categorías, ¿Se extenderían los plazos para la reafiliación?
Yo estoy convencido que vamos a llegar. Perder un año, de alguna manera, sería perjudicial. Hay muchos chicos que hoy están sin jugar, que se han arrimado estos días, que no los podemos tener un año dando vueltas sin competir, porque los chicos de la Escuelita pueden hacer encuentros, no hay problema; pero los más grandes si no compiten se van. Entonces queremos aprovechar este envión que, gracias a Dios, hemos tenido por la difusión que le ha dado el periodismo, ya sea en televisión, radio y la gráfica. Lo que planteamos el otro día en la Asociación, que nosotros estamos arrancando de cero, hemos hecho un esfuerzo, no estamos para ver si circunstancialmente hacemos básquet. Hicimos una inversión muy grande, somos un club histórico, y merecemos una consideración especial porque venimos a ser parte de la historia de la Asociación, simplemente que nos hagan valer el esfuerzo que estamos haciendo.
Estoy convencido que antes del día 10 vamos a tener el número necesario para presentar las categorías que exigen. Quiero agradecer por otro lado la confianza de los amigos de los distintos clubes, que nos conocemos de hace muchos años porque hemos transitado las canchas y la vida juntos. Nosotros que estamos volviendo, hasta que no empiecen las clases, que uno no junta todos los chicos no estaba con la seguridad de poder cerrar las categorías y los clubes confiaron en que nosotros estamos aquí para ser parte de la familia del básquet.
¿Quiénes son los que comandan la iniciativa?
Todos los que estamos en la Comisión Directiva. Acá los cargos son circunstanciales, somos todos iguales. Están Oscar Abraham, Luis Saldutti, Walter Clemente, Alejandro Zaccara, Alejandro Monaldi, Ricardo Mengatto, Guillermo Gallardo, Julia Fernández, Cristina D’Angelo, Julio Marini, Oscar Beletti. Y después se han ido acercado algunos muchachos nuevos ahora, como Carlos Rossi, que fue jugador de acá, que en mayor o menos medida están colaborando y estoy seguro que cuando tengamos esto en movimiento van a participar más, porque recién están agregándose a este grupo.
¿Recibieron ayuda para la colocación del parquet?
Hasta ahora venimos juntando dinero nosotros. Hemos explotado la cancha de fútbol 5 que estaba, durante dos años fuimos juntando recursos allí y tuvimos un subsidio pequeño, complementario ante los recursos que juntamos. Hemos tramitado un aporte del Ministerio de Acción Social de la Nación, que es un programa que tienen ellos de apoyo para este tipo de obras, que otros clubes lo han tenido. La documentación está presentada desde hace 8 o 9 meses, está aprobada, pero todavía no nos ha llegado. Eso nos ayudaría a empujar un poquito más rápido lo que nos está faltando, que no es mucho pero casi nos hemos quedado sin recursos. Además estamos esperando que empiece la temporada para que el salón empiece a funcionar para que reemplace los recursos que teníamos por la cancha de fútbol 5.
¿Para cuándo está prevista la finalización de las obras?
Estamos definiendo la construcción de las jirafas porque el piso ya está completo, sólo falta masillarlo y pintarlo. Lo de las jirafas, si lo definimos esta noche, en 20 días tendría que estar. Yo diría que, como mucho, en un mes más tendríamos la cancha lista para competir. Nos va a faltar posiblemente el tema de la luz que vamos a estar ahí, terminándola o armándola. Pero para los primeros días de abril tendría que estar, llegaríamos muy bien para el inicio de los torneos. Si seguimos así, se cumpliría el cronograma que nos habíamos planteado en la planificación que hicimos para este año. El club cumple 80 años en agosto y queríamos llegar con Barracas otra vez en la cancha.
¿Cómo se lo puede ayudar a seguir subsistiendo?
El club va subsistir primero con los alquileres del salón que vamos a habilitar, dos quinchos, que normalmente se alquilan, hay un grupo de danza que está trabajando adelante, que aportaron una cantidad de socios y un alquiler mensual. Con eso y el ingreso que podamos colocar con propagandas que estamos trabajando, no vamos tener ningún tipo de problemas, no solo para el sostenimiento de la actividad, sino para poder “bancar” chicos que no puedan llegar a la cuota, porque este es el objeto social del club. Y aparte todavía podemos ampliar la base de socios que estamos trabajando y para eso, a los chicos que ahora ingresan a la Escuelita, se los hace socios. Son ingresos complementarios; pero este club no tiene grandes gastos, las instalaciones creo que son muy buenas y nosotros tenemos una gran ventaja, porque no tenemos que prever grandes inversiones, salvo la terminación del estadio. Estamos pura y exclusivamente para consolidar la actividad del básquet.
¿La vida social del club se ha mejorado?
Ahora va a mejorar mucho porque nosotros ya hace dos años venimos trabajando con las escuelas Nº 5 y la Pequeña Obra. Para darles atención a estos chicos que vienen a la mañana, vamos a incorporar un bufete, que creemos será un centro complementario para que los chicos puedan almorzar en el club.
¿Qué obras se han realizado en el club en los últimos años?
Tuvimos que reparar todo el techo del salón, lo terminamos y pintamos, tuvimos que poner en marcha equipos de aire, reparar los quinchos, para mejorar las instalaciones. Hemos pintado el salón del frente, reparamos el techo de chapa del estadio, que nos ha quedado alguna gotera que taparemos.
¿Cuándo asumiste como Presidente?
A fines del 2006. En marzo cambian las autoridades, pero en diciembre el club estaba medio acéfalo, fue ahí cuando nos juntamos un grupo de amigos con el fin de tomar provisoriamente hasta marzo y que después se decidiera en asamblea.
Imagino que por ser la cara visible de la institución, debés sentir orgullo al encabezar la iniciativa.
En realidad nos genera a todos una sensación placentera de poder dedicar una hora u hora y media del ratito que uno tiene por día. Para nosotros es un placer, cada uno hace lo que puede, cada uno se encarga de una cosa. Lo que hacemos, se hace por consenso, lo que sí definimos claramente cual es el objetivo. Si podemos lograrlo, será devolverle al club lo que nos ha dado, que es parte de la personalidad que cada uno tiene.
¿Un deseo para este año?
Que este club que se creó hace 80 años, dando respuesta al crecimiento de la ciudad, hoy se recicle en la respuesta a las nuevas demandas que exige la sociedad para los clubes barriales. Estoy seguro que el barrio va a acompañar y van a encontrar aquí una referencia geográfica dentro de la geografía de Bahía Blanca.
Sigue la inscripción.
Continúan abiertas las inscripciones para chicos a partir de los 5 años, para integrar la Escuelita de Básquet. Todos los interesados podrán presentarse en la sede del club (Thompson 645) o comunicarse a los teléfonos: 154-612944 o 4524731.
Comisión Directiva.
Presidente: Jaime Linares.
Vice-presidente: Oscar Abraham.
Tesorero: Alejandro Monaldi.
Pro-tesorero: Alejandro Zaccara.
Secretario: Walter Clemente.
Revisor de cuentas: Ricardo Mengatto.
Vocales: Luis Saldutti (además delegado ante la Asociación), Oscar Beletti, Julio Marini, Julia Fernández, Guillermo Gallardo.
Las instalaciones:
La cancha principal de básquet, donde estaba ubicada la cancha de fútbol 5.
Una cancha de básquet 3.
Dos salas muy grandes debajo de las tribunas, “que están cerradas pero que nuestra idea es usarlas para brindar apoyo escolar o alguna cosa complementaria para los chicos”.
Un salón que están por habilitar.
Un salón con parrilla en el segundo piso.
Un poco de historia.
Barracas se afilió, en sus comienzos, a la Asociación Bahiense de Básquetbol el 9 de marzo de 1937, siendo un club histórico en la actividad, ganando varios torneo pero por sobre todas las cosas, siendo un club competitivo.
Lamentablemente, el 30 de marzo de 1990, se decidió abandonar la práctica activa hasta nuestros días.
En todo ese tiempo, lograron dos campeonatos en Primera División, dos en Segunda y uno en Tercera.
En Primera:
1958 (su primer título): Julio Serrano, José Hernández, Enrique García Pereyra, Manuel Pérez, Edgar Maisterrena, Manuel Fernández, Dardo Albizu, Hugo Olarriaga, Raúl Hemmingsen, José María Pozuelos, Osvaldo Cavalli y Miguel Torno. DT: Néstor Francisco Radivoy.
1963: Miguen Ángel Chicharro, Dardo Albizu, Hugo Bottini, José María Pozuelos, Miguel Ángel Torno, Edgar Maisterrena, Miguel Galé, Néstor Pascual, Juan Genchi, Antonio Chicharro y Osvaldo Cavalli. DT: Antonio Rivero.
En Segunda:
Salió campeón en 1947 y 1982, con: D. Mariani, A. Gil, Miguel y Eduardo Alonso, M. Casalla, J. Garayzar, H. D’Amico, M. Amaya, E. Serrano, G. Albanesi y A. Monaldi. DT: Roberto González.
En Tercera:
1979: Jaime Linares, A. Monaldi, M. Albizu, A. Celani, F. Conget, M. Casalla, A. Carci, R. Mengatto, G. Sánchez, N. Petracci y D. Mariani. DT: Miguel Ríos.
Biología molecular
¿Qué son los motores biológicos?
Para desplazarse, las células cuentan con mecanismos moleculares, que transforman energía química en energía mecánica. Existen además, enfermedades causadas por alteraciones en estos procesos.
La presencia de proteínas que convierten energía química en energía mecánica posibilita el desplazamiento de componentes celulares dentro de esta misma. Estas proteínas son designadas como “motores biológicos” o “motores moleculares”. Una de ellas es la miosina, responsable de la mayoría de los movimientos que se generan en la célula, y objeto de estudio durante siglos, dada su relación con el movimiento de los músculos, específicamente su contracción. Pero estos motores biológicos también son responsables de otros movimientos tales como la traslación de células, del transporte de distintas sustancias en el citoplasma y de la división celular. Además, sumado a estos procesos, permiten que el organismo se mueva como un todo.
Estas proteínas, o motores moleculares, están clasificadas en diferentes tipos o familias, según su estructura y función. Entre las más importantes se encuentran las miosinas, cinesinas (o quinesinas), y dineínas, además, cada una de éstas se subdivide en distintas clases. Por ejemplo, en la actualidad están identificadas, al menos, veinte clases de miosinas, diez de cinesinas y dos de dineínas, y a su vez cada una de estas clases incluye decenas de diversas proteínas. En el caso de los mamíferos, existen al menos, cuarenta cinesinas, cuarenta miosinas y una decena de dineínas.
Las proteínas, constituyentes de los motores moleculares son capaces de convertir energía química en energía mecánica, lo cual permite cambiar su formación y desplazarse (en pasos de una millonésima de milímetro) dentro de la célula. Sin embargo, el desplazamiento se realiza sobre el citoesqueleto de la célula (que seria una especie de andamio para ésta), a través de proteínas filamentosas que actúan como rieles para estos motores moleculares. Estas proteínas son; la actina, los microtúbulos constituidos por tubulina y los filamentos intermedios. Por lo general las miosinas están unidas a los filamentos de actina y las cinesinas y dineínas a los microtúbulos. Un detalle interesante de destacar es que, en el proceso de transporte intracelular, las dineínas tienen un movimiento centrípeto (hacia adentro de la célula), y las quinesinas, en general, centrífugos (hacia fuera de la célula). La conformación básica de los motores moleculares se basa en tres regiones: la “cabeza” o motor, el “tallo” central y la “cola”. En el motor es donde se produce la ruptura del ATP a ADP, y fosfato inorgánico, desprendiendo energía que luego utiliza el tallo para desplazar las cargas (moléculas, vesículas u organelas celulares) que transporta, a las cuales el tallo esta unido por medio de la cola. Todo esto demuestra que las funciones de los motores moleculares no solo están asociadas a la contracción muscular (miosina), al movimiento de la celular, transporte de organelas, (cinesina), y movimientos ciliares (dineínas), como se creía hasta hace poco tiempo, sino también al tráfico intracelular, en los procesos sensoriales, y de señalización química. También se descubrió que los tres tipos de motores moleculares (miosinas, cinesinas y dineínas) tienen roles de importancia en la división celular.
En la contracción muscular, por ejemplo, las moleculas de miosina (dispuestas en forma radial con respecto a la célula) que se encuentran en el citoesqueleto, se unen a otra proteína, llamada actina, dispuesta en forma paralela a la miosina. El gasto de ATP a ADP es útil para que los filamentos de actina y miosina se desplacen uno sobre otro, y de esa manera se contraiga el músculo.
Las dineínas y cinesinas, como ya se había comentado, están destinadas al transporte intracelular, y el desplazamiento de la célula. Cabe destacar el rol que tiene el ATP para proveer energía química que luego se transforma en energía mecánica para mover estos “motores”.
El estudio de estas maquinarias moleculares de la naturaleza radica, en parte, a las enfermedades causadas por alteraciones sobre éstos. Para ejemplificar; la mutación de un gen que codifica para la producción de cinesinas, llega a causar la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, caracterizada por la pérdida gradual del movimiento y de la sensibilidad en los pies, manos, piernas y brazos. Recientes investigaciones también asocian al Alzheimer con la disfunción de las cinesinas. Por otro lado, la afección de la cadena intermedia de las dineínas de las cilias de las vías respiratorias, produce el síndrome de motilidad ciliar deficiente. En el caso de la miosina se puede producir, entre otras enfermedades, la cardiomiopatía hipertrófica, relacionada también a la mutación de un gen que codifica para componentes de la miosina.
Por otra parte (y como ya se había contado en una nota anterior), los cientificos dedicados a la nanotecnología actualmente intentan comprender a fondo los mecanismos de los motores moleculares, para recrearlos artificialmente. De esta manera se espera y se sueña con, algún día, construir pequeñas máquinas que sean empleadas directamente en las zonas enfermas de un organismo, sin producir efectos colaterales.
Iván E. Privitera Signoretta
Periodista científico
Para desplazarse, las células cuentan con mecanismos moleculares, que transforman energía química en energía mecánica. Existen además, enfermedades causadas por alteraciones en estos procesos.
La presencia de proteínas que convierten energía química en energía mecánica posibilita el desplazamiento de componentes celulares dentro de esta misma. Estas proteínas son designadas como “motores biológicos” o “motores moleculares”. Una de ellas es la miosina, responsable de la mayoría de los movimientos que se generan en la célula, y objeto de estudio durante siglos, dada su relación con el movimiento de los músculos, específicamente su contracción. Pero estos motores biológicos también son responsables de otros movimientos tales como la traslación de células, del transporte de distintas sustancias en el citoplasma y de la división celular. Además, sumado a estos procesos, permiten que el organismo se mueva como un todo.
Estas proteínas, o motores moleculares, están clasificadas en diferentes tipos o familias, según su estructura y función. Entre las más importantes se encuentran las miosinas, cinesinas (o quinesinas), y dineínas, además, cada una de éstas se subdivide en distintas clases. Por ejemplo, en la actualidad están identificadas, al menos, veinte clases de miosinas, diez de cinesinas y dos de dineínas, y a su vez cada una de estas clases incluye decenas de diversas proteínas. En el caso de los mamíferos, existen al menos, cuarenta cinesinas, cuarenta miosinas y una decena de dineínas.
Las proteínas, constituyentes de los motores moleculares son capaces de convertir energía química en energía mecánica, lo cual permite cambiar su formación y desplazarse (en pasos de una millonésima de milímetro) dentro de la célula. Sin embargo, el desplazamiento se realiza sobre el citoesqueleto de la célula (que seria una especie de andamio para ésta), a través de proteínas filamentosas que actúan como rieles para estos motores moleculares. Estas proteínas son; la actina, los microtúbulos constituidos por tubulina y los filamentos intermedios. Por lo general las miosinas están unidas a los filamentos de actina y las cinesinas y dineínas a los microtúbulos. Un detalle interesante de destacar es que, en el proceso de transporte intracelular, las dineínas tienen un movimiento centrípeto (hacia adentro de la célula), y las quinesinas, en general, centrífugos (hacia fuera de la célula). La conformación básica de los motores moleculares se basa en tres regiones: la “cabeza” o motor, el “tallo” central y la “cola”. En el motor es donde se produce la ruptura del ATP a ADP, y fosfato inorgánico, desprendiendo energía que luego utiliza el tallo para desplazar las cargas (moléculas, vesículas u organelas celulares) que transporta, a las cuales el tallo esta unido por medio de la cola. Todo esto demuestra que las funciones de los motores moleculares no solo están asociadas a la contracción muscular (miosina), al movimiento de la celular, transporte de organelas, (cinesina), y movimientos ciliares (dineínas), como se creía hasta hace poco tiempo, sino también al tráfico intracelular, en los procesos sensoriales, y de señalización química. También se descubrió que los tres tipos de motores moleculares (miosinas, cinesinas y dineínas) tienen roles de importancia en la división celular.
En la contracción muscular, por ejemplo, las moleculas de miosina (dispuestas en forma radial con respecto a la célula) que se encuentran en el citoesqueleto, se unen a otra proteína, llamada actina, dispuesta en forma paralela a la miosina. El gasto de ATP a ADP es útil para que los filamentos de actina y miosina se desplacen uno sobre otro, y de esa manera se contraiga el músculo.
Las dineínas y cinesinas, como ya se había comentado, están destinadas al transporte intracelular, y el desplazamiento de la célula. Cabe destacar el rol que tiene el ATP para proveer energía química que luego se transforma en energía mecánica para mover estos “motores”.
El estudio de estas maquinarias moleculares de la naturaleza radica, en parte, a las enfermedades causadas por alteraciones sobre éstos. Para ejemplificar; la mutación de un gen que codifica para la producción de cinesinas, llega a causar la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, caracterizada por la pérdida gradual del movimiento y de la sensibilidad en los pies, manos, piernas y brazos. Recientes investigaciones también asocian al Alzheimer con la disfunción de las cinesinas. Por otro lado, la afección de la cadena intermedia de las dineínas de las cilias de las vías respiratorias, produce el síndrome de motilidad ciliar deficiente. En el caso de la miosina se puede producir, entre otras enfermedades, la cardiomiopatía hipertrófica, relacionada también a la mutación de un gen que codifica para componentes de la miosina.
Por otra parte (y como ya se había contado en una nota anterior), los cientificos dedicados a la nanotecnología actualmente intentan comprender a fondo los mecanismos de los motores moleculares, para recrearlos artificialmente. De esta manera se espera y se sueña con, algún día, construir pequeñas máquinas que sean empleadas directamente en las zonas enfermas de un organismo, sin producir efectos colaterales.
Iván E. Privitera Signoretta
Periodista científico
Villa Ventana: sed de respuestas
Por Fernando Peyrano
Ya son varios meses que el suelo de la provincia no se ve regado por la lluvia. Una dura sequía atraviesa, como si fuera con una espada de fuego, los campos y las ciudades, los cuales, se ven atrapados en ambientes dominados por las altas temperaturas que no hacen más que agravar el calor despiadado de un verano que quedará guardado en los anales de la historia, como aquel que supo despertar la sensación térmica con las marcas más altas. Esto será así si lo peor de todo este fenómeno ya pasó.
Pero este difícil panorama también se repite en otras latitudes del país, más precisamente, en la franja que tiene como punto de arranque al centro-oeste y que culmina en el noreste argentino, incluyendo a provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Formosa.
Y este clima seco que provocó ambientes áridos trajo la mortandad de numerosas cabezas de ganado, quienes al rayo del sol, cedieron, estremeciéndose en el suelo y en donde, irremediablemente, se entregaron a la muerte, que les tardaba en llegar. También se echaron a perder cosechas enteras, tirando a la basura millones de dólares. La respuesta gubernamental fue la tardía emergencia agropecuaria, que no logró evitar el recrudecimiento de los síntomas que refieren el estado desastroso de la actividad agrícola-ganadera.
Quien piense que la falta de lluvia es un problema propio del campo, comete el pecado de la equivocación. La falta de lluvia implica un problema sumamente grave ya que incide en la calidad y en la cantidad de un bien que es esencial para la vida: el agua potable. Así, como el mismo planeta Tierra, el ser humano contiene cerca de un setenta por ciento de agua, y tan fundamental es este recurso que una persona puede sobrevivir día enteros sin comer –más allá de la dolorosa situación que comparten millones de argentinos- pero mucho menor es la supervivencia sin probar una gota de agua.
Villa Ventana, una localidad casi escondida por el cordón serrano pero no por ello impedida de la invasión de turistas atraídos por la admiración hacia la belleza y la tranquilidad que el lugar ofrece, se conforma como uno de los ejemplos emblemáticos de la grave situación que impone la escasez de agua potable. Villa Ventana le ha tocado vivir en carne propia y con mayor dureza los efectos que la sequía deja sobre el territorio que ha decidido golpear. Tanto es así que la ausencia de lluvia hace que las capas subterráneas contengan alrededor de un veinte por ciento menos de agua, y con ello, la oferta de recursos hídricos no hace más que caer. Y, de esta manera, un volumen menor de agua para un mismo número de individuos que conforma la población, determina la escasez.
La situación de esta localidad es realmente desesperante. Estas circunstancias forman parte de una realidad que se venía dando desde hace mucho tiempo y los albores de 2009 se constituyen como el punto más álgido de la crisis. A fines de 2008, los habitantes no sólo se encontraron con las napas secas, sino que además se encontraban contaminadas.
Por lo tanto, la contaminación y la escasez no hacen más que entremezclarse para dibujar un cuadro dramático, caracterizado por los cortes de agua sucedidos de manera constante, y el vertido, una vez abierta la canilla, de un líquido de color marrón. Quedan rotas, así, las cualidades que debe reunir el mineral y las necesarias para que quede consagrada la potabilidad: la insipidez, la transparencia y la falta de olor. De esta forma, quebrantadas esas características, la Secretaría de Salud del municipio debió decretar que el agua de red no es apta para el consumo humano.
Los vecinos, quienes por estas horas se muestran movilizados y embarcados en el reclamo de la normalización en la provisión un recurso tan básico, debieron abastecerse de bidones, ya que el consumo de la red significaría un grave peligro y una alta exposición a riesgos para la salud de los lugareños, riesgos que, incluso, pueden traducirse en enfermedades que podrían mostrar síntomas recién en el largo plazo.
El calor no hace más que acentuar el conflicto y valorar más que nunca la falta de este recurso esencial. En otros términos, la falta de lluvias y las altas temperaturas provocan que los cortes del servicio sean cada vez más recurrentes y prolongados, con lo cual, se cierra un círculo vicioso, ya que los elementos del contexto no hacen más que despertar la necesidad del agua, y esto presiona sobre el empobrecido y debilitado sistema, incapaz de proveer respuestas a esas necesidades.
Algo similar ocurre con la energía eléctrica. La estructura sobre la que se sustenta la oferta del sector está saturada y la demanda excedente que crece al calor del termómetro, hace disparar por el aire a varios de los transformadores repartidos en las ciudades y la luz se ausenta por horas en días en los que la sensación térmica rompe la barrera de los cuarenta grados.
La falta de inversiones se configura como uno de los factores responsables de que las empresas que se hicieron cargo de los servicios públicos no se encargaran de ensanchar la capacidad de prestarlos de acuerdo a lo estipulado en los distintos contratos de concesión. Una vez más se llega a la conclusión repetida hasta el hartazgo: la falta de verdaderos mecanismos de control en la Argentina.
En este sentido, esto es lo que los vecinos autoconvocados de Villa Ventana han señalado. La Cooperativa de Obras y Servicios Públicos es la empresa que se ha quedado allí con la provisión de agua potable, un ente que ha demostrado como tantos otros no encontrarse a las alturas de las circunstancias. Aparece como factor coresponsable de esta situación, junto con el poder político, el cual, se ve algo movilizado gracias al empuje y a la presión de los lugareños. Pero sin dudas es una actitud que aún parece no alcanzar.
No obstante, como si fuera poco, los habitantes de Villa Ventana debieron presenciar la humillación que significa el hecho de haber recibido boletas por el servicio de agua con sumas abultadas, es decir, con una importante suma de dinero a pagar. Ahora bien, queda ajena al ámbito de la discusión la obligación que conlleva hacerse cargo del mantenimiento de la estructura, pero la justificación no encuentra espacio cuando se trata de un servicio que los vecinos vieron interrumpido durante unas 23:20 horas por día. Lo que equivale a decir que deben afrontar el pago por un servicio que, en promedio, sólo pudieron disponer durante unos cuarenta minutos diarios. Desde la empresa se argumenta que el incremento sustancial responde al retiro de la política de subvenciones que el gobierno venía desplegando desde hace años, lo que provocaba el congelamiento de las tarifas públicas. Una vez quitados los subsidios, los precios de los servicios públicos crecieron de golpe, viéndose reflejados en subas porcentuales siderales. Sin embargo, para el caso concreto de Villa Ventana, este no sería el momento oportuno para llevar a cabo esa actualización tarifaria; las circunstancias actuales caracterizadas por la falta de agua potable no fundamentan ese “tarifazo”. Es como agregar litros de combustible sobre una fogata. Se agrega mayor crispación, una cuota más de nerviosismo a los ánimos ya inquietos.
Los vecinos autoconvocados firmaron una misiva en la que invocan una “digna bronca” como respuesta a las actitudes de la Cooperativa y de las autoridades.
“Nuestra digna bronca es por higiene, por salud y nos contestan con inoperancia, con desidia… Nuestra digna bronca es porque se hagan obras y nos contestan con irresponsabilidad… Nuestra digna bronca es por el abandono de una comunidad entera y no nos contestan…” Estas son palabras que resumen el humor social del lugar y su voluntad de revertir esta crisis, de reclamar por un elemento vital para la existencia del ser humano.
Bahía Blanca vivió un episodio similar en 2000 cuando los bahienses debieron acudir también a los bidones de agua mineral y a los surgentes para suplir el deficiente servicio de la no bien recordada Azurix. El problema al que se enfrentaba, por aquel entonces, era distinto, pero en el fondo era parecido. La calidad de la potabilidad se veía enrarecida por la suciedad y el olor del líquido. Este problema estructural nunca encontró una solución auténtica porque, de vez en cuando, resurge desde la superficie.
Y la sequía, aquí, también comete sus estragos ya que si, dentro de unos dos años, la falta de lluvias persiste, el Dique Paso de las Piedras continuará secándose y la postal de Villa Ventana se repetirá, aunque con los altos edificios, la población más populosa, la falta de un ambiente serrano y el aire urbano de Bahía Blanca.
Cuesta creer que, entrado el siglo XXI, todavía se asista a las dificultades que trae consigo la escasez de agua potable. Que actos tan cotidianos como asearse, lavar la ropa o los alimentos que se sirven en la mesa se vean entorpecidos, que resulten casi irrealizables.
Cuesta creer que el agua no forma parte de las políticas públicas, ya que los gobiernos no pueden echarle la culpa de estas circunstancias a la sequía. Si bien estas condiciones se ven agudizadas por la naturaleza, el hombre debe estar preparado para obrar en consecuencia cuando le sea posible. Y echarle la culpa a la naturaleza es un intento de llevar al segundo plano la inoperancia, en otra materia, de la clase dirigente. Es como querer tapar el sol con la mano.
También se debe llamar la atención al uso poco racional que los usuarios residenciales realizan a diario y esto responde a una falta de conciencia de que el agua se constituye como un elemento que sin él no hay existencia.
En las próximas décadas, el agua será un bien sumamente escaso. Faltará en muchas regiones del mundo. Nada hace pensar que Argentina escapará a esta realidad. Todavía se está a tiempo de poder evitar algunos efectos del cambio climático, consecuencia del accionar soberbia e irresponsable de la humanidad, sin tener en cuenta que muchos daños son ya irreversibles.
Ese cambio de mentalidad no ocurrirá sin una toma de decisiones segura, firme, que comprometa a los líderes mundiales. Esto no sucederá mientras se deje correr el agua salida de la canilla pensando que nunca acabará, a pesar de habitar en un planeta cubierto en un setenta por ciento de recursos hídricos, pero sólo el tres por ciento de ese total se conforma por el agua que resulta apta para el consumo humano.
Pero este difícil panorama también se repite en otras latitudes del país, más precisamente, en la franja que tiene como punto de arranque al centro-oeste y que culmina en el noreste argentino, incluyendo a provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Formosa.
Y este clima seco que provocó ambientes áridos trajo la mortandad de numerosas cabezas de ganado, quienes al rayo del sol, cedieron, estremeciéndose en el suelo y en donde, irremediablemente, se entregaron a la muerte, que les tardaba en llegar. También se echaron a perder cosechas enteras, tirando a la basura millones de dólares. La respuesta gubernamental fue la tardía emergencia agropecuaria, que no logró evitar el recrudecimiento de los síntomas que refieren el estado desastroso de la actividad agrícola-ganadera.
Quien piense que la falta de lluvia es un problema propio del campo, comete el pecado de la equivocación. La falta de lluvia implica un problema sumamente grave ya que incide en la calidad y en la cantidad de un bien que es esencial para la vida: el agua potable. Así, como el mismo planeta Tierra, el ser humano contiene cerca de un setenta por ciento de agua, y tan fundamental es este recurso que una persona puede sobrevivir día enteros sin comer –más allá de la dolorosa situación que comparten millones de argentinos- pero mucho menor es la supervivencia sin probar una gota de agua.
Villa Ventana, una localidad casi escondida por el cordón serrano pero no por ello impedida de la invasión de turistas atraídos por la admiración hacia la belleza y la tranquilidad que el lugar ofrece, se conforma como uno de los ejemplos emblemáticos de la grave situación que impone la escasez de agua potable. Villa Ventana le ha tocado vivir en carne propia y con mayor dureza los efectos que la sequía deja sobre el territorio que ha decidido golpear. Tanto es así que la ausencia de lluvia hace que las capas subterráneas contengan alrededor de un veinte por ciento menos de agua, y con ello, la oferta de recursos hídricos no hace más que caer. Y, de esta manera, un volumen menor de agua para un mismo número de individuos que conforma la población, determina la escasez.
La situación de esta localidad es realmente desesperante. Estas circunstancias forman parte de una realidad que se venía dando desde hace mucho tiempo y los albores de 2009 se constituyen como el punto más álgido de la crisis. A fines de 2008, los habitantes no sólo se encontraron con las napas secas, sino que además se encontraban contaminadas.
Por lo tanto, la contaminación y la escasez no hacen más que entremezclarse para dibujar un cuadro dramático, caracterizado por los cortes de agua sucedidos de manera constante, y el vertido, una vez abierta la canilla, de un líquido de color marrón. Quedan rotas, así, las cualidades que debe reunir el mineral y las necesarias para que quede consagrada la potabilidad: la insipidez, la transparencia y la falta de olor. De esta forma, quebrantadas esas características, la Secretaría de Salud del municipio debió decretar que el agua de red no es apta para el consumo humano.
Los vecinos, quienes por estas horas se muestran movilizados y embarcados en el reclamo de la normalización en la provisión un recurso tan básico, debieron abastecerse de bidones, ya que el consumo de la red significaría un grave peligro y una alta exposición a riesgos para la salud de los lugareños, riesgos que, incluso, pueden traducirse en enfermedades que podrían mostrar síntomas recién en el largo plazo.
El calor no hace más que acentuar el conflicto y valorar más que nunca la falta de este recurso esencial. En otros términos, la falta de lluvias y las altas temperaturas provocan que los cortes del servicio sean cada vez más recurrentes y prolongados, con lo cual, se cierra un círculo vicioso, ya que los elementos del contexto no hacen más que despertar la necesidad del agua, y esto presiona sobre el empobrecido y debilitado sistema, incapaz de proveer respuestas a esas necesidades.
Algo similar ocurre con la energía eléctrica. La estructura sobre la que se sustenta la oferta del sector está saturada y la demanda excedente que crece al calor del termómetro, hace disparar por el aire a varios de los transformadores repartidos en las ciudades y la luz se ausenta por horas en días en los que la sensación térmica rompe la barrera de los cuarenta grados.
La falta de inversiones se configura como uno de los factores responsables de que las empresas que se hicieron cargo de los servicios públicos no se encargaran de ensanchar la capacidad de prestarlos de acuerdo a lo estipulado en los distintos contratos de concesión. Una vez más se llega a la conclusión repetida hasta el hartazgo: la falta de verdaderos mecanismos de control en la Argentina.
En este sentido, esto es lo que los vecinos autoconvocados de Villa Ventana han señalado. La Cooperativa de Obras y Servicios Públicos es la empresa que se ha quedado allí con la provisión de agua potable, un ente que ha demostrado como tantos otros no encontrarse a las alturas de las circunstancias. Aparece como factor coresponsable de esta situación, junto con el poder político, el cual, se ve algo movilizado gracias al empuje y a la presión de los lugareños. Pero sin dudas es una actitud que aún parece no alcanzar.
No obstante, como si fuera poco, los habitantes de Villa Ventana debieron presenciar la humillación que significa el hecho de haber recibido boletas por el servicio de agua con sumas abultadas, es decir, con una importante suma de dinero a pagar. Ahora bien, queda ajena al ámbito de la discusión la obligación que conlleva hacerse cargo del mantenimiento de la estructura, pero la justificación no encuentra espacio cuando se trata de un servicio que los vecinos vieron interrumpido durante unas 23:20 horas por día. Lo que equivale a decir que deben afrontar el pago por un servicio que, en promedio, sólo pudieron disponer durante unos cuarenta minutos diarios. Desde la empresa se argumenta que el incremento sustancial responde al retiro de la política de subvenciones que el gobierno venía desplegando desde hace años, lo que provocaba el congelamiento de las tarifas públicas. Una vez quitados los subsidios, los precios de los servicios públicos crecieron de golpe, viéndose reflejados en subas porcentuales siderales. Sin embargo, para el caso concreto de Villa Ventana, este no sería el momento oportuno para llevar a cabo esa actualización tarifaria; las circunstancias actuales caracterizadas por la falta de agua potable no fundamentan ese “tarifazo”. Es como agregar litros de combustible sobre una fogata. Se agrega mayor crispación, una cuota más de nerviosismo a los ánimos ya inquietos.
Los vecinos autoconvocados firmaron una misiva en la que invocan una “digna bronca” como respuesta a las actitudes de la Cooperativa y de las autoridades.
“Nuestra digna bronca es por higiene, por salud y nos contestan con inoperancia, con desidia… Nuestra digna bronca es porque se hagan obras y nos contestan con irresponsabilidad… Nuestra digna bronca es por el abandono de una comunidad entera y no nos contestan…” Estas son palabras que resumen el humor social del lugar y su voluntad de revertir esta crisis, de reclamar por un elemento vital para la existencia del ser humano.
Bahía Blanca vivió un episodio similar en 2000 cuando los bahienses debieron acudir también a los bidones de agua mineral y a los surgentes para suplir el deficiente servicio de la no bien recordada Azurix. El problema al que se enfrentaba, por aquel entonces, era distinto, pero en el fondo era parecido. La calidad de la potabilidad se veía enrarecida por la suciedad y el olor del líquido. Este problema estructural nunca encontró una solución auténtica porque, de vez en cuando, resurge desde la superficie.
Y la sequía, aquí, también comete sus estragos ya que si, dentro de unos dos años, la falta de lluvias persiste, el Dique Paso de las Piedras continuará secándose y la postal de Villa Ventana se repetirá, aunque con los altos edificios, la población más populosa, la falta de un ambiente serrano y el aire urbano de Bahía Blanca.
Cuesta creer que, entrado el siglo XXI, todavía se asista a las dificultades que trae consigo la escasez de agua potable. Que actos tan cotidianos como asearse, lavar la ropa o los alimentos que se sirven en la mesa se vean entorpecidos, que resulten casi irrealizables.
Cuesta creer que el agua no forma parte de las políticas públicas, ya que los gobiernos no pueden echarle la culpa de estas circunstancias a la sequía. Si bien estas condiciones se ven agudizadas por la naturaleza, el hombre debe estar preparado para obrar en consecuencia cuando le sea posible. Y echarle la culpa a la naturaleza es un intento de llevar al segundo plano la inoperancia, en otra materia, de la clase dirigente. Es como querer tapar el sol con la mano.
También se debe llamar la atención al uso poco racional que los usuarios residenciales realizan a diario y esto responde a una falta de conciencia de que el agua se constituye como un elemento que sin él no hay existencia.
En las próximas décadas, el agua será un bien sumamente escaso. Faltará en muchas regiones del mundo. Nada hace pensar que Argentina escapará a esta realidad. Todavía se está a tiempo de poder evitar algunos efectos del cambio climático, consecuencia del accionar soberbia e irresponsable de la humanidad, sin tener en cuenta que muchos daños son ya irreversibles.
Ese cambio de mentalidad no ocurrirá sin una toma de decisiones segura, firme, que comprometa a los líderes mundiales. Esto no sucederá mientras se deje correr el agua salida de la canilla pensando que nunca acabará, a pesar de habitar en un planeta cubierto en un setenta por ciento de recursos hídricos, pero sólo el tres por ciento de ese total se conforma por el agua que resulta apta para el consumo humano.
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